Los
profesores del I.E.S. Camas han puesto
en marcha una curiosa protesta. Han
utilizado parte de la sala de
profesores para ubicar una cama y una
mesita de noche para prestar atención
médica a todos aquellos docentes que
caigan enfermos.
¿El
objetivo? Evitar la reducción en la
nómina que supone estar enfermos. «A
los funcionarios nos han sometido a
una norma en virtud de la cual, cuando
caemos con alguna enfermedad común, en
vez de darnos la cobertura de la que
veníamos disfrutando, nos castigan
quitándonos la mitad del sueldo los
tres primeros días y el 25 por ciento
los 21 días restantes de la baja»,
explica Vicente Martín, profesor del
I.E.S. Camas. «Nos abocan a elegir
entre quedarnos en casa y tener
dificultades para pagar la hipoteca
o ir al instituto con una gripe y 40
de fiebre», puntualiza.
Han
elaborado hasta un cuadrante, en el
que se han incluido todos los
docentes, para turnarse en los
cuidados del que se ponga enfermo.
«Iremos a recogerlo a su casa, para
evitar problemas por conducir enfermo,
y lo cuidaremos en la sala que hemos
habilitado hasta la hora de volver a
casa», añade. Esta protesta será
indefinida, porque no sólo se quiere
llamar la atención, sino dar un
servicio de protección «del que se nos
ha privado».
«Queremos que los ciudadanos
comprendan que hemos llegado a algo
gravísimo, que la Administración está
tratando de delincuentes potenciales a
sus propios funcionarios públicos»,
comenta Martín, que puntualiza que
«picaresca hay en todos los
colectivos, pero no se puede
solucionar castigando a todo el
grupo».