miércoles, 21 de septiembre de 2011

Reflexiones sobre la huelga y la educación (escritas por alguien que no hace huelga)

POR QUÉ NO ME UNO A LA HUELGA, CACEROLADAS O ENCIERROS
Soy profesor de Escuelas Oficiales de Idiomas en la Comunidad de Madrid. Estoy en desacuerdo con las instrucciones dictadas en julio para el inicio de curso 2011-2012. Es muy dudoso que un descenso de la inversión en Educación, sobre todo en tiempos de crisis económica (algunos también dicen que de valores), sea la senda más apropiada para mejorar el país en que vivimos. Si el objetivo del “recorte” es ahorrar en educación pública en la Comunidad de Madrid, no es sensato que, al menos, no se haya producido tras un proceso de diálogo o negociación con los profesionales del sector. Las medidas dictadas, que son legales y legítimas (pues responden a una manera de entender los servicios públicos del partido gobernante, elegido mayoritariamente por los madrileños), se han decretado sin un consenso previo. Podría aceptarse el argumento de que en esta época todo el mundo ha de hacer algún sacrificio. El problema es que da la sensación de que esto no está sucediendo. Unos se están sacrificando más que otros. Toda esta cuestión daría para otro largo artículo, sin duda, pero no será éste. Aquí me centraré en hacer de “abogado del diablo”, por decirlo de una manera que todo el mundo entiende.
Por las razones apuntadas, he apoyado (aun sin grandes alharacas) la movilización y he ido a la manifestación del día 14 de septiembre: porque la educación es clave para un país, más todavía en tiempos de crisis. Y porque la educación pública alcanza a amplios espectros de la ciudadanía, incluyendo a capas de la población más desfavorecidas; por eso es justo defenderla siempre de manera sensata y argumentada.
No obstante, pese a apoyar a nivel global el descontento de los profesores tras las instrucciones de julio de 2011, he decidido no sumarme a las huelgas o encierros: es decir, a las medidas más drásticas. Querría enumerar a continuación mis motivos. Unos son más personales y otros más generales. Unos son más subjetivos que otros. Mis motivos son discutibles, por supuesto, y algunas de las opiniones vertidas en esta pieza son polémicas. Son, de todas formas, mis impresiones independientes. Opiniones que no pretenderían “hacerle el juego a nadie” (expresión nefasta) ni caer en lugares comunes: aunque, posiblemente, habré cometido ambos pecados, qué le vamos a hacer. Espero que, al menos, sirvan como acicate para debatir con respeto y armonía y, quizá, reconsiderar algunos puntos de vista.
Mis motivos más importantes para no hacer huelga son, seguramente, los cuatro primeros que aporto:
1-Hacer huelga me parece un fracaso social y una medida fácil. No acudir al lugar de trabajo supone, para mí, un dilema que afecta a mi ética profesional. Yo, personalmente, estoy en contra de las huelgas como estrategia para expresar un descontento, reclamar dinero o conseguir objetivos. Creo que hay otras maneras: campañas de información, cartas, debates, manifestaciones, reuniones, negociaciones… Por si fuera poco, opino que recurrir a la huelga, en nuestro caso concreto (profesores de enseñanzas de Régimen Especial), podría ser contraproducente.
2-Las huelgas perjudican sobre todo a los alumnos y padres de alumnos. Que son, en la práctica, nuestros “clientes”. Una huelga no mejora la calidad de la enseñanza e irrita y perturba a muchas personas genuinamente interesadas en aprender e ir a clase desde el primer día. Personas que se ven privadas de un servicio importante por razones que les pueden ser ajenas. Personas que pueden no entender o no compartir las razones que esgrimen aquellos que paralizan o boicotean la enseñanza pública por unas reivindicaciones concretas (más o menos justas). No hay por qué imponer modos de estar, pensar y actuar sobre otras personas (que bastantes problemas pueden tener ya en su vida). Lo que sí se debe hacer es informar y contextualizar. ¿Hace falta una huelga para tal menester?
3-Las huelgas en el sector público perjudican en especial a familias de clase media, clase media-baja o trabajadora. Los ricos y familias acomodadas, sobre todo en Madrid, llevan a sus hijos a centros privados o concertados. Y si quieren aprender idiomas, suelen optar por academias especializadas, British Council, Alianza Francesa, etc. Con una huelga hacemos daño a los que menos se lo merecen. Este argumento (para mí, sólido) suele despreciarse de un manotazo retórico. Como se dice en inglés, “think twice!”.
4-Aunque, como suela decirse, esto pueda significar “tirar piedras contra el propio tejado”, hay motivos, en mi modesta opinión, para considerar que las Escuelas Oficiales de Idiomas son un “lujo” estatal (nos guste admitirlo o no). Por eso hay que meditar mucho si, desde nuestra posición (privilegiada, por un lado, y marginal, por otro), nos conviene quejarnos demasiado. Los profesores de este cuerpo damos la misma docencia y ganamos lo mismo que los de Secundaria, siendo su labor objetivamente más dura, abnegada e importante que la nuestra. Además, se trata de una enseñanza de idiomas muy barata (menos de un euro por hora de clase) para un alumnado de todas las edades: es decir, nuestra labor es agradable y útil pero no pertenece a la enseñanza obligatoria. No es, pues, un disparate sostener que, en una determinada coyuntura, alguna administración decida recortar por ahí. En otros países europeos, hasta donde yo sé, no hay instituciones semejantes. ¿Podría estudiar, por ejemplo, francés o alemán en Londres, Budapest o Roma pagando 90 céntimos por cada hora de clase?
En este sentido, aducir que la demanda de alumnos ha aumentado en las EOIs no es un mérito intrínseco, sino algo lógico: por un lado, hay mucha gente desempleada con tiempo para estudiar. Y por otro, insisto: ¿cómo no va a haber demanda para aprender idiomas cuando un curso completo le cuesta al alumno lo mismo que tres semanas en un centro privado? Por eso, yo me pregunto: ¿nos interesa, realmente, quejarnos demasiado de nuestra situación? ¿No corremos más peligro como institución si, encima, clamamos contra unas medidas y aducimos que estamos siendo maltratados por la Comunidad de Madrid?
Esas cuatro son mis razones primordiales para no hacer huelga ni unirme a otro tipo de movilizaciones de carácter drástico.
Continúo ahora con otras reflexiones, percepciones y consideraciones menos importantes, mezclando asuntos más globales sobre educación con otros más concretos sobre Escuelas Oficiales de Idiomas:
5-Tengo escasa simpatía por los sindicatos, y son ellos principalmente los que están en el epicentro de las movilizaciones. Los sindicatos (sostenidos por los impuestos) están formados, en un porcentaje no desdeñable en nuestro campo, por “liberados de la enseñanza” o “desertores de la tiza”, personas a las que, en varios casos, no les gustaba enseñar y han buscado una salida de emergencia para no hacerlo. En mi opinión, ahora algunos de ellos son víctimas de una mala conciencia que les lleva a sobreactuar para “defender la educación” cuando quizá no eran tan reivindicativos cuando estaban en el aula… ¿Es esto demagogia? No lo sé: pero a poco que reflexionemos un poquito sobre el “perfil” del sindicalista, quizá no vayamos tan errados. A mí no me resulta cómodo compartir manifestaciones con banderas de la UGT o de la CNT, qué le vamos a hacer (tampoco con hoces y martillos, por cierto, que se multiplican en estas protestas). Por otro lado, la representatividad sindical entre los profesionales es muy escasa en comparación con su visibilidad y su “ruido”. Hay más socios del F.C. Barcelona que de UGT. ¿No es dudoso que unas personas que apenas nos representan tengan la legitimidad para “convocarnos” (¡a nosotros!) a “jornadas de lucha” y cosas semejantes? A mí no me representan. Y no quiero que me utilicen.
Y además, me cuesta mucho “cerrar filas”, por el mero hecho de ser “solidario” (aunque me dé pena el caso de algunos interinos), mientras no se traten otros muchos temas que deberían ponerse sobre la mesa cuando hablamos del funcionamiento y la calidad del sistema educativo (y, en concreto, de la enseñanza de idiomas). Los sindicatos pasan de puntillas sobre numerosos temas porque, quizá, no les interesa hablar de ellos. O porque son, por definición, conservadores: defienden, primordialmente, a su “clientela” (lo cual es lógico). En todo caso, me pregunto por qué los sindicatos han estado tantos años sin quejarse por otras cuestiones de nivel económico-laboral. Me pregunto por qué no consideran prioritario defender a los que no tienen trabajo ni aspiran a conseguirlo; a los que han sufrido tratos injustos en sus trabajos o en brumosos procesos de selección; a aquellos que son explotados en sus empresas o no cobran las horas extraordinarias que realizan. A todos aquellos que no llegan a los mil euros mensuales. Desconozco la respuesta, pero quizá tenga algo que ver con la cuestión de la “clientela” que mencioné más arriba. Y con el hecho de que en la Comunidad de Madrid gobierne el PP. Y llegados a este punto es cuando los sectarios de turno nos piden “que nos identifiquemos”, que presentemos al carnet de partido. Es decir: ¿y tú de parte de quién estás?
6-Dar dos horas más de clase no tiene por qué suponer una pérdida “irreparable” para la calidad de la enseñanza, como se ha dicho. En otros períodos o regiones se han impartido e imparten 20 o 21 horas de clase: ¿era la calidad de la enseñanza peor que ahora? La horquilla entre 18 y 21 horas docentes (que está en la Ley) se ha utilizado, pues, en distintos momentos en los últimos lustros en según qué autonomías. En otros países europeos se imparte un similar número de horas lectivas. Además, la “ratio” de alumnos por aula, según algunas estadísticas, en España no es superior a la de otros sitios. Y, por último, una consideración personal: ¿son los desdobles o las tutorías necesariamente positivos? ¿No suponen, por un lado, una disgregación del alumnado (¿no abogamos por la igualdad y por no dividir a los estudiantes por sexo, clase social o inteligencia?) y, por otro, el empleo de un tiempo precioso que podría utilizarse en dar inglés, matemáticas o lengua? Me disculpo si este punto no es demasiado convincente.
7-No es un disparate considerar que hubo, en los años de bonanza económica, un asombroso boom en el número de Escuelas Oficiales de Idiomas y en la cantidad de profesores (incluyendo abundantes interinos) trabajando en ellas. Fue una estupenda apuesta estatal y autonómica que conllevó un cierto riesgo, y que ahora se podría estar reconsiderando, por desgracia… No somos esenciales; y menos aún (estoy hay que reconocerlo) los profesores de idiomas minoritarios. Lo mismo que hubo una explosión del ladrillo (una burbuja), quizá haya ocurrido algo similar en nuestro campo. ¿Nos conviene protestar en exceso tras los años de bonanza? ¿No están otros sectores sufriendo también los efectos del pinchazo de varias burbujas? ¿Hay que enquistarse en las burbujas?
8-Hay aspectos obviamente positivos de nuestra profesión que no se están mencionando por razones meramente políticas (que no ideológicas). En la Comunidad de Madrid se multiplicaron el número de EOIs en pocos años. Supongo que entonces nos alegremos todos. Ahora hay nada menos que 35: 35 centros públicos no universitarios donde se imparte enseñanza de idiomas a adultos… Eso es algo fabuloso, claro. Gracias a esa ampliación, somos hoy muchos los que tenemos trabajo en este campo, y deberíamos estar agradecidos (yo lo estoy). Cuando era alumno de EOIs, nunca pensé que pudiera tener la suerte de trabajar en esto algún día. Por otro lado, también en Madrid se ha reducido la “ratio” de alumnos por aula a 25, lo cual ha sido una medida beneficiosa. Reconozcámoslo. ¿Es honesto fijarse solo en los aspectos negativos, cuando las cosas vienen mal dadas?
9-Lo peor de todo este asunto de los “recortes” es, obviamente, el de los interinos que trabajaban y que ya no podrán hacerlo (o sólo para sustituciones). Conozco a varios de ellos. Fui interino durante cuatro años y, al contrario que a algunos compañeros (por lo que parece), nunca se me pasó por la cabeza asumir que ya tenía asegurado mi trabajo de por vida o que, por el hecho de haber disfrutado de algunas vacantes o sustituciones, eso ya significaba que yo iba a ser profesor “indefinido” dentro de este cuerpo. Por eso opino que cuando se habla de “despidos”, en este caso, no se está utilizando el término apropiado. Los interinos se definen justamente por no tener su puesto asegurado y por estar a expensas de las necesidades o apuestas de la Administración.
Yo, siendo interino, tuve la fortuna de trabajar todos los años (el primero tuve una sustitución que se convirtió en vacante). Pero sabía que mi vida pendía de un hilo y siempre (repito, siempre) tuve abiertos otros “frentes laborales” por si esto se me torcía. Y en todo caso, si un año no hubiese trabajado, en ningún caso me habría considerado “despedido”, ni hubiese puesto el grito en el cielo. Me habría dado rabia, eso sí. Y hubiese sido (por cierto) autocrítico. Si hubiese visto, en fin, que mi situación dentro de este cuerpo se ponía complicada (y así lo pensé varias veces antes de hacer la última Oposición), me habría “movido”: habría probado otras opciones laborales en Madrid u otros lugares. Es decir, habría reconsiderado mi posición y mis metas y, en suma, me habría buscado la vida (enviando currículos a colegios, academias o empresas, cambiando de sector, ciudad o país, etc.). Por otro lado, y aunque por decir esto no me convierta en la persona más popular, no suele señalarse que hay bastantes interinos (he escrito “bastantes”, ni muchos ni pocos: nótese) que se han conformado durante años, esforzándose más bien poco en la ardua tarea de preparar una Oposición o a la hora de comprometerse con su trabajo con plena motivación. Quizá porque algunos asumían que ya “habían entrado en el Sistema” o que “su vida ya estaba solucionada” o que “ahora ya nadie los iba a echar”, no sé. ¿Era ésta una forma de pensar realista, valiente y progresista o, más bien, inmovilista, complaciente y conservadora? Cuidado cuando criticamos algunas medidas por “conservadoras”, atención a lo que decimos: a todo el mundo le interesa conservar bienes y servicios. Las reivindicaciones de estos días, ¿qué son sino proclamas de cientos de interinos que querrían “conservar” sus plazas?
10-En España hay el mismo número de alumnos cursando enseñanzas no universitarias que hace 15 años y, en cambio, según datos que he leído, existen 200.000 profesores más (en todo el país). No está nada mal. ¿Está ahora la educación mejor que hace quince años…? ¿Son los alumnos más inteligentes, están mejor preparados, son más respetuosos, etc.? ¿O estaremos los profesores más deficientemente preparados? ¿O esto cómo se entiende? ¿Cómo justificamos, en este sentido, una huelga o un encierro? ¿Es la inversión en educación el único problema o hay otros más acuciantes? Si no fuese por la (triste) cuestión de los interinos, ¿se estaría haciendo tanto énfasis en la cuestión de la calidad? ¿Están la calidad o la excelencia íntima y obligatoriamente relacionadas con el dinero?
11-El trabajo de centenares de interinos (y no interinos) en Secundaria, con sus 18 horas semanales, desdobles, horas de biblioteca, atención a padres, tutorías, etc. no ha ido en paralelo con una mejora objetiva de la calidad de la enseñanza y sí con un aumento de la indisciplina, como sabemos todos. De hecho, el fracaso escolar ha aumentado en los últimos años y estamos a la cola de Europa en ese aspecto (aunque la Comunidad de Madrid no está entre las peores de España). ¿Era y es la inversión el punto central del problema?
¿No habrá que mirar para otro lado a la hora de encarar el problema del fracaso escolar existente, el déficit de calidad o la frustrante cuestión de la escasa disciplina (incluso, en casos puntuales, en la Universidad o las EOIs)? ¿No será que a algunos docentes les da rabia o pavor sólo de pensar que tendrán que pasar más tiempo en el aula con adolescentes? ¿No es trágico que falte autoridad en los centros para enderezar una situación que, según oímos, está peor que nunca? ¿No tendrá más relación, el asunto de la calidad de enseñanza, con el papel de las familias o con alguna mezquina ley de educación o con la propia época que estamos viviendo y con su “cultura” reinante (que desprecia el esfuerzo, la seriedad y la dedicación, que son pilares básicos y, por ejemplo, adora “las cosas divertidas”, “las actividades extracurriculares”, los “gadgets” tecnológicos, etc.)? En fin, ¿está realmente la calidad educativa detrás de las movilizaciones?
12-Hay numerosos idiomas cuya relevancia internacional es bastante reducida y, sin embargo, están también incluidos dentro de las enseñanzas de las EOIs. Lo cual es fantástico, sin duda… aunque pueda convertirse en motivo de debate en tiempos como los actuales. ¿Son de verdad tan esenciales como para que el Estado deba financiarlos? En este sentido, no es sencillo defender que la oferta de cursos baratos de, por ejemplo, japonés o italiano sea un asunto de capital importancia en la Enseñanza Pública. No hay que perder la perspectiva de quiénes somos y dónde estamos. ¿No habremos estado habitando un oasis (que no tenía por qué ser eterno)? ¿No habrá que relativizar, calmarnos un poco y ser prudentes cuando defendemos ese oasis?
13-Con la algarabía (comprensible) de las 20 horas y los interinos, no se está prestando demasiada atención a muchos asuntos que seguramente sean más importantes en relación a la calidad de la enseñanza y la Educación Pública. Temas candentes como los procesos de selección (que permiten a menudo el acceso a la profesión de docentes no preparados, premiando más la experiencia que la competencia), el papel pasivo de los inspectores ante los abusos de algunos funcionarios (todos conocemos a compañeros que abusan, por acción u omisión, de la Administración), la falta de control y evaluación serios sobre la labor docente realizada o el gasto excesivo de dinero público durante los años de bonanza (también en el sector de la Educación, y empleado en partidas o recursos discutibles) no se mencionan en las reivindicaciones. ¿Afectan o no afectan estos asuntos a la calidad de la enseñanza y al funcionamiento correcto de los centros?
Y en relación a los interinos, una cuestión espinosa y nada popular: ¿por qué habría que defenderlos a ellos más que a otros que, habiéndose presentado a una oposición (siendo muchas veces gente brillante), ni siquiera han conseguido poner un pie en el sistema (numerosas veces, con calificaciones superiores a las de muchos interinos)? Por decirlo con simpleza: ¿hay que defender al interino número 37, que sí ha trabajado alguna vez, pero no al 38, que nunca ha llegado a hacerlo? ¿No habría que defender más y mejor al que consiguió un 8,5 en la oposición pero se quedó sin nada, frente a alguien que, con un 5 (o un 4 o un 3), ha gozado de vacantes?
14-La principal reivindicación de las EOIs en Madrid, la impartición y certificación del Nivel C, está quedando lamentablemente algo diluida frente a los temas estrella. Sin embargo, este es el asunto de mayor relevancia para nosotros, pues de él dependen la supervivencia, popularidad y prestigio de este tipo de enseñanza financiada con dinero público. Si no se consigue el nivel C (aunque sea tras el sexto año o NA2, que ya es en realidad un nivel C impartido pero no certificado…) en las EOIs, el futuro es más oscuro que claro. El nivel C queda difuminado cuando enmarcamos nuestras aspiraciones en el meollo de las reivindicaciones de la educación obligatoria.
15-A nivel personal, pese a tener que dar dos horas más de clase, no creo que la calidad de mis clases vaya a descender. Aunque no lo podría saber con seguridad, pues hay otros factores. Pero en general, esto depende, como siempre, de los profesionales que la imparten. Insisto en que hay otros factores que influyen más en esa calidad (preparación deficiente de profesores, conformismo, falta de alicientes, escaso control de la calidad o el compromiso, poca motivación, apatía, etc.), y no se están mencionando. ¿Por qué no hablamos de todo aquello que pueda mejorar el sistema educativo (objetivo último de las movilizaciones)? Insisto: “todo aquello”.
16-Sinceramente, no puedo ni quiero permitirme perder dinero de mi sueldo como consecuencia de hacer huelga. Tengo muchos gastos, como otras personas. ¿A dónde va ese dinero que se nos descuenta: de vuelta a las arcas de la Comunidad de Madrid? ¿Se les descuenta ese mismo dinero a los sindicalistas que están metidos en las movilizaciones? ¿Es realmente imprescindible perder dinero para protestar por algo que se considera injusto o discutible? ¿Por qué ha de verse esta pérdida como “sacrificio” en el contexto amplio y refulgente de una “causa justa”? La retórica del sacrificio y de las causas no va conmigo.
17-Pese a estas medidas desagradables, considero que mi trabajo sigue contando con numerosos estímulos (para los que nos gusta realmente enseñar) y ventajas objetivas. No está de más compararse con otros sectores (públicos y privados), trabajadores y profesionales para darse cuenta de que: impartimos docencia 7 meses al año; evaluamos 2 meses al año (en junio y, sobre todo, en septiembre, no trabajamos ni mucho menos todos los días de la semana), y contamos con 3 meses de vacaciones (el verano, además de Navidad y S. Santa). Encima, pese a que la ley fija 37,5 horas de trabajo semanales, siendo sinceros habrá que admitir que muy poquitos docentes llegan a esas horas. En mi caso, calculo que le dedicaré a mi trabajo, entre horas lectivas y no lectivas, unas 25 horas semanales de promedio. A partir de ahora, quizá le dedique unas 28 o 30. Por otro lado, podemos permitirnos no trabajar los viernes (o, al menos, algunos viernes), disfrutando de tres días de fin de semana. Los que podemos seguir trabajando, no vivimos tan mal.
Pido disculpas si este artículo le molesta a alguien. No era mi intención. Seguramente me habré equivocado en algunos puntos (espero que no en todos…). Ojala sirvan todas estas consideraciones (erróneas o no), en todo caso, como señuelo o punto de partida para una discusión más completa y matizada (sin sectarismos) sobre la educación, la educación pública y la enseñanza de idiomas. En la Comunidad de Madrid, España y la UE.

40 comentarios:

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  4. 1. El fracaso social se produce cuando somos incapaces de movernos bajo la excusa de que no se va a conseguir nada. - ¿Medida “fácil” la huelga? Parece ser que a algunos no os resulta nada fácil. Os resulta tan difícil que no la hacéis, y al no hacerla, no veis lo difícil que es para quien sí que se decide a hacerla.
    Tú piensas que hay otros modos, yo pienso que hay otros modos, él piensa que hay otros modos… sigamos conjugando. Una acción conjunta es como trabajar en equipo; aunque a cada uno no nos parezca que lo que se hace no es lo que mejor, arrimamos el hombro, porque como no se va a conseguir nada es esperando a que propongan hacer justo lo que a nosotros nos parezca idóneo. Imagínate, si todos pensamos que sólo nos movilizamos por algo cuando lo que se propone se ajusta a nuestra visión, nunca nos movilizaríamos, porque toda opción sería la que no agrada a algún grupo en concreto: no se puede contentar a todo el mundo, pero se trata de empujar juntos.

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  5. 2. - Las huelgas precisamente sirven al mostrar que el que no se preste ese servicio es un mal para quienes el conjunto de la sociedad. Es frustrante ver cómo algunos habéis asumido un mantra de que una huelga no debe perjudicar a nadie, es como afirmar que la lluvia no tiene que mojar y que un grano no tiene que picar. Si la lluvia no mojara, no sería lluvia, y no se venderían paraguas; y si una huelga no hiciera pupa, no sería huelga, o sería la prueba de que quizá lo mejor fuera eliminar los puestos de trabajo de quienes protestan, pues a nadie parece perjudicar su ausencia. – Por otra parte, muchos padres y alumnos tienen una visión más solidaria de la que expones, entienden este principio básico, y ven que esta huelga que hace daño a corto plazo pretende evitar males mayores a largo plazo.

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  6. 3. - Esto es una extensión del punto anterior. Precisamente son los padres y alumnos que aprecian el valor de la enseñanza pública, sea obligatoria o de idiomas (o de música), los que saben que en esta batalla nos estamos jugando más que dos horas lectivas quitadas a otras. Se me hace evidente que estás enfocando este asunto con un tremendo cortoplazismo, cuando lo que está en juego es que, en adelante, a estos “clientes”, como tú los ves, se les siga ofertando un servicio de calidad al alcance sus bolsillos.

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  7. 4. – Según lo ves, nasta con que cualquier político mediocre de los que nos toca sufrir en la actualidad degrade la situación laboral de cualquier grupo para que, por ende, los demás nos sintamos tan privilegiados de no vivir en esa degradación que pidamos que nos fustiguen: “¡por favor, por favor, más horas y menos sueldo, que hay otros peor que yo!” Precisamente se trata de lo contrario, de que todo el mundo disfrute de una situación laboral digna, que permita trabajar en condiciones que favorezcan un máximo rendimiento. – Respecto a lo que la labor de los profesores de Secundaria es más dura que la nuestra es una afirmación que no hace justicia ni a unos ni a otros. Tengo amigos en Secundaria que disfrutan de enseñar a alumnos adolescentes, con todo lo que eso conlleva de ventajas y desventajas. Muchos profesores de EOI lo somos porque optamos por trabajar con un tipo de alumnado, adulto, que nos gusta, y que también acarrea una serie de ventajas y desventajas. Lo que mis amigos de Secundaria pagan en mantenimiento de la disciplina nosotros lo pagamos en una exigencia académica mayor por parte de nuestros alumnos. La labor de unos y otros tiene una parte grata e ingrata. Es de desear que la suma sea grata, pues para eso hemos elegido esta profesión. Pero el que sea grata no significa que tenemos que estar agradecidos y dejar que empeore nuestra situación laboral. Significa simplemente que hemos elegido bien nuestra profesión y que tanto más se beneficiará quien recoja nuestros esfuerzos, pues seguramente una tarea hecha con placer es de mayor calidad. – Otro ejemplo de cómo comparas a la baja es que puesto que no hay esta oferta en Roma, Budapest o Londres, ¿por qué habría de haberla aquí? Se trata de mejorar las sociedades. Yo creo que puesto que no hay agua corriente en Zimbabue o Burundi, ¿por qué te tienden el suministro hasta tu casa? De nuevo caes en la trampa de tirar a la baja: las sociedades avanzan con quienes tiran a la alta.

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  8. 5. - En este punto se hacen evidente el meollo de la cuestión. Esta huelga hace daño al PP. ¡Haber empezado por ahí!
    En efecto, en esta manifestación hay quien enarbola emblemas con los que ni te identificas tú ni me identifico yo (¡tranquilo, no creo que sean los mismos!); cuando estuve en la manifestación laica de agosto también participaban cristianos de base, con los que yo no me identifico particularmente. Pero en un caso y en otro nos estamos manifestando por una meta común. Pretender que una protesta sólo es válida si los manifestantes son ideológicamente monocromos sólo lo consiguen las de Rouco. Ésta, Luis, lo lamento, no es así.
    Todo lo crítico que tú hayas podido ser con los sindicatos quizá yo lo haya sido al cuadrado. De todas formas, es lo que hay. Me imagino que si estuvieras ahogándote en un lago y te tendiera la mano alguien que llevara una cruz y un martillo, cogerías su mano para que te sacara. Es humano. Además, ¿hasta qué punto no somos responsables de lo que ha pasado con los sindicatos? Esta mentalidad de “cliente” (utilizas mucho esa palabra y derivadas) es la causa de todos los males: “tiene que haber sindicatos que lo hagan bien, tiene que haber políticos que lo hagan bien, tiene que haber peluqueros que lo hagan bien”… Lo de los últimos, pues sí, pero el ejercicio de la ciudadanía es responsabilidad de todos. La única forma que tienen los trabajadores de articular su defensa es mediante los sindicatos, y si no te gusta cómo trabajan, en vez de quejarte quizá deberías – por responsabilidad – meterte en ellos e intentar cambiar las cosas. Jugar a que todo el mundo lo hace mal y por eso sigo sentado en mi sillón es de una muestra de inmadurez en lo que al sentido de la ciudadanía responsable se refiere. En este marco se te entiende cuando dices que para ti la solidaridad (y me imagino que por consiguiente otros valores sociales) no es demasiado importante.

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  9. 6. - De nuevo comparando a la baja: deberías, con el propósito de ser consecuente, defender que la escolaridad obligatoria (y subvencionada) no vaya más allá de los 14 años, como en muchos otros países. O quizá mejor que no la haya: hay tantos países donde no la hay. Parece mentira que como profesor digas que el que te asignen más alumnos a costa de tiempo de preparación y dedicación a otros menesteres digas que no merma la calidad de enseñanza. Hay un tipo de profesor para el que podemos pensar que no hay merma en la que ofrece: el que no prepara sus clases (aunque incluso este tendrá bajón de concentración y de rendimiento pasado cierto tiempo lectivo). Quizá piensas que todos somos así porque… quizá lo seas tú. No lo afirmo, pero planteo la posibilidad. Siento comunicarte que no es el caso de todos. Yo hasta ahora dedico tiempo a preparar mis clases concienzudamente, sobrepasando las 37,5 estipuladas con creces. Este año me cuidaré mucho de sobrepasarlas, y a cambio tendré que dar más clases y corregir más: ¿cómo lo haré? Menos preparación, menos trabajos de corrección. ¿No es eso merma de calidad?

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  10. 7. - “No somos esenciales”, afirmas. Si nos ponemos en lo esencial: ¿por qué no te pones a pan y agua? Si te parece que el que gente joven (mucho paro, recuerda) tenga acceso a la formación en idiomas (sin los cuales, paro eterno) para partir en una situación de igualdad no es esencial, deduciré que tu listado de prioridades no tiene nada que ver con el mío. Me parece menos esencial el dineral gastado en campañas institucionales (traducido al castellano: autopropaganda), en subvencionar escuelas concertadas, en dar sustanciosas exenciones fiscales a quienes mandan a estas escuelas, etc., etc.)

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  11. 8. - Lo que no es de recibo, Luis, es no querer luchar por lo que otros antes que nosotros han conseguido, y de lo que tú disfrutas, por la igualdad al acceso en una enseñanza de educación. Es más: por su mejora, en vez de su desguace. – Si te sientes tan lujo para la sociedad y que tu tarea aporta tan poco, ¿por qué no renuncias a tu puesto? Seguro que nuestra lideresa aceptaba la renuncia.

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  12. 9 . - La cuestión no es que los interinos piensen que porque les llevan contratando veinte años tienen derecho a un puesto de trabajo, la cuestión es que la administración pública funcione como una vulgar empresa carroñera contratándoles año a año (sin garantía alguna de que volverá a ocurrir – y además en los dos últimos años sin pagarles vacaciones de verano), para – como ahora – poder darles la patada sin contemplaciones. La cuestión es que los interinos muchas veces pierden otras ofertas de empleo a la espera de que les llamen, porque la administración pasa de ellos y les llama cuando le da la gana y en las condiciones que les dé la gana.

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  13. 10 . - España ha ido a la cola y va a la cola en el ABANDONO escolar (que no es lo mismo que fracaso escolar), pero estaba empezando a producirse un repunte que los analistas de la educación consideran era el incipiente fruto de los esfuerzos y apoyos realizados en los últimos quince años. De hecho, gran parte del problema se debe a que este país, y nuestra Comunidad aún más, está muy por debajo de la media de lo que se invierte en recursos materiales y humanos en educación en esos países a los que aludes en algunas líneas. – No intentes, por otra parte, emborronar el paisaje mezclando dos cosas diferentes: una cosa es el abandono escolar y otra la calidad de enseñanza. La calidad de enseñanza, que es esa medida en la que Madrid ha salido bien parada, es medible por baremos tan diferentes que, para muchos especialista,s lo que unos listan como elementos de calidad, otros los clasifican como elementos de todo lo contrario. Si a esto le añades la manipulación – terreno en la que esta Comunidad tiene gran maestría – de cualquier tipo de estudio de este tipo con fines políticos, verás que esa “calidad de la enseñanza” que nos presenta la Comunidad Madrid es más que probable que sea un cuento chino.

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  14. 11. - Tu análisis de las posibles causas del “declive” educativo: disciplina, énfasis en las nuevas tecnologías, actividades extracurriculares, es bastante parcial, e indica una forma de ver la enseñanza bastante tradicional. En este punto – alas! – coincidimos. Pero tu análisis es bastante parcial e incompleto, pues lo motivador juega un papel importantísimo en la enseñanza y la realidad profesional que espera al alumnado no está bien servida por el pizarrón con tiza y tablas de declinaciones. Además, creo que otros factores cuentan bastante más: políticos que presentan a los profesores como vagos (a pesar de que nos den la tarjeta de “guardia civil” durante las horas de clase), profesores como tú que ayudan a expandir esta teoría, padres que ya lo pensaban y gracias a vuestra acción lo piensan más, acción entontecedora de la televisión, connivencia de la administración para agrupar a todos los niños con problemas en la pública para preservar la concertada como un “paraíso educacional” etc. etc. - ¿Por qué pasas esto por alto?

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  15. 12. - Respecto a los idiomas minoritarios, te recuerdo que hoy en día quien aspira a becario se le da por descontado el tercer idioma, y que en función de que ofrezca uno que le desmarque de los demás, tanto más facilidad tendrá para adquirir trabajo.
    13. - Antes de pensar de qué color quieres que sea el mobiliario de tu oficina, más te vale defender tener derecho a oficina.
    14. - Antes de pensar en defender el nivel C, agárrate fuerte a poder dar los A y B, porque como van las cosas, no es nada seguro.

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  16. 15. - A nivel personal puede que tus clases no bajen de calidad. Permíteme que entre en mi cálculo el que seguramente dedicas poco tiempo más allá de tus horas lectivas. No todos somos así, y nuestros alumnos nos lo agradecen.
    16. - Ya vemos que contigo no va ni la retórica de la solidaridad ni la práctica del sacrificio. Lo que ahora disfrutas lo lucharon muchos otros por ti. Es lo único que cada vez me entristece más de todo esto, que siempre hay quien va a chupar del esfuerzo de los demás.
    17. - Tú no trabajas ni mucho menos todos los fines de semana: muchos otros dedican buena parte a ello. Tú cuentas con tres meses de vacaciones: muchos dedicamos parte de ellas a asistir a cursos de formación o preparando materiales. Tú le dedicas 25 horas semanales al trabajo, muchos le dedicamos las 37,5 o más. La última cuestión es vergonzosa por dos lados: primero porque piensas que todos son como tú y segunda porque no tienes ningún reparo en decir que lo haces, cuando deberías dedicar el tiempo que te pagan de más para preparar más y mejores actividades para tus alumnos (todo es mejorable), para dedicarte a los más rezagados o para colaborar en actividades en el centro.

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  17. En suma: (1) te molesta manifestarte con gente que no comulgue plenamente con tu ideología, (2) tenemos el consuelo de que hay gente que está peor, (3) la solidaridad no es algo que te mueva, y (4) “los que podemos seguir trabajando, no vivimos tan mal”. La suma de esta exposición es la de un egoísmo obsceno.
    Pido disculpas si mi análisis de tu escrito te molesta. No era mi intención. Sólo poner los puntos sobre unas cuantas íes.

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  18. no comparto.
    las EOIs existen en España porque son necesarias y lo seguirán siendo hasta que se haya implantado una enseñanza obligatoria que de verdad les dé la relevancia y la atención que merecen. las escuelas de idiomas existen aquí para suplir esa falta que no existe en otros países (y por eso no necesitan las escuelas). sí que existen instituciones parecidas y a precios parecidos pero son de naturaleza un poco distinta porque suelen estar adscritas a universidades.
    yo tampoco pienso que la huelga sea la mejor medida, creo que hay otras cosas que se podían haber hecho y que hubieran dado mejores resultados pero llegados a este punto no veo otro camino. hacer una huelga de un día o dos al mes no supone un gran perjuicio para los alumnos. yo he vivido situaciones así toda mi vida y tengo mi licenciatura y mi trabajo.
    y sí que creo que tener 125 alumnos en vez de 100 afectará a la calidad de mi trabajo. no podré corregir tan rápido, ni devolver las redacciones y trabajos tan pronto como a mí y a los alumnos nos gustaría. tampoco mis alumnos tendrán tanta atención específica para problemas puntuales que se les planteen, ni podré corregirles a todos los problemas que tengan sobre todo en la parte oral.
    y sí, ahora tenemos una ratio de 25 alumnos por clase pero, reconozcámoslo, siguen siendo demasiados así que no veo por qué hay que congratularse y ahí la privada nos lleva ventaja. es verdad que es más cara pero con 10 alumnos por clase a veces merece la pena pagar la diferencia si se puede.
    somos un lujo necesario y una conquista educativa por la que hay que luchar. resignarse a lo contrario con la excusa de que "las circunstancias obligan" sería lo mismo que decir que tener 50 quirófanos abiertos es un lujo cuando sería más barato "porque las circunstancias obligan" tener sólo 1.

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  19. clarifico la primera frase que, releyendo, me ha quedado confusa:

    las EOIs existen en España porque son necesarias y lo seguirán siendo hasta que se haya implantado una enseñanza obligatoria que de verdad dé A LOS IDIOMAS la relevancia y la atención que merecen.

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  20. 1-Gracias por sus apreciaciones, señor Nando; muy razonadas aunque, comprensiblemente, cae usted en los tipismos de aquel que se sabe de "los buenos" de la película.
    2-Si necesita usted tantas horas para preparar sus clases, me permito dudar que sea usted un gran profesor. Y perdone. Pero hace usted elucubraciones sobre mí, a ese respecto, que son bastante insultantes. Yo sí se lo digo con respeto infinito.
    3-¿Quién defiende más la educación pública (le recuerdo, en todo caso, que, como digo en mi artículo, estoy en contra de las medidas tomadas por la CM pero en contra de la huelga)? Le doy dos opciones:
    A) Una persona que ha ido a colegio público, a instituto público y a universidad pública. Hijo de profesores de instituto público, que le explicaron lo que significaba ser profesor. Una persona que ha trabajado en universidad pública y escuelas oficiales de idiomas públicas. Y que es consciente de todas las cosas que podrían mejorarse (que son muchas), independientemente de dar 18 o 20 horas semanales.
    B) Un liberado sindical que grita en las manifestaciones y que lleva a sus hijos a la privada.
    Sólo falta que ahora me llame usted demagógico. Faltaría más.
    4-"Egoísmo obsceno", dice usted: así hablan, por cierto en Alto y Claro, en Telemadrid, programa de humor insuperable. Creo honradamente que, aunque sí responde usted a algunos de mis interrogantes (se lo agradezco), no se mete en el meollo principal, el tema de la Calidad. ¿Por qué no lo hace? Por otro lado, me niego a vivir en el Universo Caperucita.
    5-Miremos lo que está pasando a nuestro alrededor. ¿Por qué estamos así de mal, en general? ¿Queremos parecernos a Grecia o a Alemania?
    6-¿Cómo habré yo podido sobrevivir, siendo ya hijo de la Logse (y de la transición llamada “experimental”), que crecí sin desdobles, con tutorías tiradas a la basura y sin atenciones “especiales”…? Aún me lo explico.
    7-¿El que defiende su puesto de trabajo es egoísta, por cierto, o solidario? El desinterés no existe, Nando. El que se mueve lo hace para (por decirlo con palabras zafias) "defender su culo" o porque tiene alguna motivación muy concreta consciente o inconsciente para actuar así. Esto lo decía un sociólogo francés de izquierdas (ya muerto) llamado Pierre Bourdieu, que analizó justamente los supuestos procesos de "desinterés", que desenmascaraba.
    8-La estética de la solidaridad no me parece demasiado útil (aunque haya excepciones, lo que yo denominaría más bien "piedad" o "caridad"): es la vieja historia de dar a alguien peces o enseñarle a pescar. Yo con mis alumnos intento hacer ambas cosas, por cierto.
    9-La dialéctica del "sacrificio" y las "causas", históricamente, ha sido sinónimo de falta de sutileza, brutalidad, masacre, injusticia y derramamiento de sangre.
    10-En sus apreciaciones se vislumbra sin mucho molestarse la ingenua ideología del "crecimiento perpetuo". Muy querida por los neoliberales, por cierto.
    11-Otra cuestión, y no quiero jugar con las palabras: ¿no es posible que una movilización sea, en sí misma, inmovilista?
    12-Otro asunto sociológico como "marco" para cualquier institución o grupo: Bourdieu dice que "todo ente estructurado es, a su vez, estructurante". Creo que me explico, ¿no? ¡Hay que huir de los entes!
    13-El avestruz que nunca saca su cabeza de la tierra vive tranquila y serena. En efecto, estoy de acuerdo con usted.
    14-Por cierto, usted que parece experto en el tema, ¿cuál es mi ideología, compañero Nando?

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  21. Soy profesor funcionario de Escuelas Oficiales de Idiomas y antes he sido profesor funcionario de Educación secundaria. También he sido dos años profesor interino. Además, llevo más de 10 años afiliado a un sindicato, y en todo este tiempo nunca he sido "liberado sindical", ni "cliente", ni tampoco "socio", sólo afiliado. Conozco bien el día a día de las Escuelas Oficiales de Idiomas, también el de la Educación secundaria y le recuerdo que los sindicatos también se mantienen gracias a una cuota trimestral que pagamos los afiliados. Me sorprende el desparpajo con el que habla de realidades que obviamente desconoce:

    - Desconoce la importancia de los desdobles y de la labor que llevan a cabo los tutores de secundaria en unas aulas públicas que concentran toda la diversidad y la problemática que los centros privados y concertados descartan. Es obvio que usted jamás ha trabajado en un centro público de educación secundaria y es evidente que no tiene hijos escolarizados en un centro público.

    - Desconoce que la base social de los sindicatos está compuesta por miles de afiliados no liberados que ejercen su profesión día a día, que se preocupan por ella y ejercen su derecho a manifestarse y a hacer huelga porque creen en la importancia de su labor social y la defienden desde las reglas democráticas y la Constitución. Desconoce o ningunea las conquistas sociales logradas gracias a las movilizaciones sindicales y a las durísimas huelgas de nuestros progenitores.

    - Y lo más grave de todo, desconoce la normativa sobre evaluación que rige en las Escuelas Oficiales de Idiomas (ORDEN 1798/2008, de 7 de abril, de la Consejería de Educación, por la que se regula para la Comunidad de Madrid la evaluación en las Enseñanzas de Idiomas de Régimen Especial, publicada en el BOCM de 24 de abril de 2008, artículo 5), que establece que debe hacerse una evaluación de diagnóstico a principio de curso y una evaluación de progreso a lo largo de todo el curso escolar y no sólo en Junio y en Septiembre como usted afirma. Le puedo asegurar que muchos de los que así lo hacemos dedicamos más de 37,5 horas a la semana a nuestro trabajo.

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  22. Llama la atención que un esquirol necesite tantas razones para no hacer huelga. En realidad necesita muchas justificaciones porque el problema, por mucho que a algunos les cueste reconocerlo, es que están totalmente de acuerdo con las medidas adoptadas, como deja entrever el autor de la entrada, que ¡¡¡hasta le está agradecido a la CM!!! Si no fuera así, es decir, si estuviese, como dice, en contra de las medidas adoptadas haría todo lo que estuviese en su mano para conseguir su retirada.
    Si se me permite me gustaría responder a alguna de sus razones, pues son muchos los puntos de vista y, hasta donde yo sé, el de la mayoría difiere del aquí expresado:
    1. No sé en qué se basa para decir que hacer huelga es fácil: perder un porcentaje considerable del salario (alrededor de 80-90 euros al día, en el mejor de los casos) no me parece una medida fácil. Fácil es no hacer nada y dejar que a la clase trabajadora se le coma cada vez más el terreno. Conozco a más de un profesor que, en vista del otoño caliente, ha decidido “recortar” sus vacaciones para financiar la defensa de la educación pública. ¿Alguien cree que la cobertura informativa que hemos tenido estos días habría sido la misma sin la huelga? Por otra parte, la experiencia dice que la única medida de presión que ha triunfado en numerosos conflictos como este es la huelga. Las “otras maneras” están bien y no son incompatibles con la huelga, pero no hay duda de que la huelga es la más efectiva. ¿Por qué será que la consejería habla de un 43% de seguimiento y los sindicatos de un 80%? Porque no hacer huelga implica (así se lee) acatar las medidas adoptadas.
    2. Ya le he explicado para qué sirve una huelga en el apartado anterior. En cuanto a nuestros usuarios (no clientes, por favor), descuide, las asociaciones de padres y madres y los sindicatos de estudiantes apoyan la huelga al 100%. Algunos padres incluso han decidido abrir una cuenta corriente para sufragar la huelga de los profesores de sus hijos, pues son muy conscientes de que no se trata de una reivindicación laboral, sino de luchar por la enseñanza pública.
    3. Este punto se rebate con lo dicho en el anterior, pero please think twice you too: ¿cuándo vamos a recuperar lo que perdemos ahora? ¿qué frenará futuros ataques?
    4. ¡Ay, que miedito! Vamos a ver si dejamos algo claro: las escuelas oficiales de idiomas no son un lujo, son una conquista social de la clase trabajadora, que tiene tanto derecho a aprender idiomas como los que se pueden pagar el British Council. Así ha sido hasta ahora y así debería ser. Y los trabajadores de la EOI deberían ser los primeros en defender que eso siga siendo así.
    5. Los sindicatos no han movido un dedo sin ver qué opinaban las asambleas de profesores. Han pedido que se realicen asambleas en cada uno de los centros para ver cuál era el sentir general. Han sido los profesores los que han pedido ir a la huelga y, por ello, los sindicatos la han convocado. Yo no siento especial simpatía por según qué sindicatos pero ¡no me quiero imaginar cómo estaríamos sin ellos! En todo caso, estoy seguro de que usted, si ya ha ido a una manifestación, habrá podido comprobar que allí había algo más que liberados sindicales, ¿no? Yo no necesito ni quiero que nadie me represente. ¡Solo faltaría!

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  23. 6. Si cree que la huelga es por dos horas de clase es que no se ha enterado de nada. Sea como fuere, los profesores del cacareado Bachillerato de excelencia sólo dan 12 horas a la semana. ¿Por qué será? En cuanto al otro punto, como profesor de idiomas,
    supongo que notará la diferencia entre tener 15 alumnos en clase y tener 30. ¡Pues eso es un desdoble! No tiene nada que ver con poner a los listos en un sitio y a los tontos en otro, que es lo que deja entrever usted en sus palabras.
    7. Me gustaría (lo digo en serio) saber cuántas escuelas oficiales de idiomas han abierto en los años esos de lo que usted califica de boom. Por otra parte, es precisamente en los idiomas minoritarios donde más necesaria se hace la inversión pública: ¿dónde, si no es en Jesús Maestro, se puede aprender danés en Madrid? En todo caso, a algunos les siguen yendo las cosas como durante el boom: ya sabrá que la Comunidad de Madrid aprobó este año desgravaciones fiscales para gastos escolares (gastos escolares que fundamentalmente tienen los que acuden a la red privada) por valor de 900 euros por hijo con un límite de renta familiar de 30.000 euros por miembro de la unidad familiar. Le pongo un ejemplo práctico: un matrimonio con tres hijos e ingresos de 150.000 euros (25 millones de pesetas) se desgravará 2700 euros en la declaración de la renta. ¡Guau! ¿No le parece que es como Robin Hood pero al revés? ¿No le parece que es quitárselo a los pobres para dárselo a los ricos?
    8. Le ruego, otra vez, los datos sobre el aumento del número de escuelas para poder ser rigurosos. La disminución de la ratio es, por supuesto, una medida buena; pero ¿lo es también la desaparición de las comisiones que se encargaban de elaborar exámenes? ¿la desaparición de los CAP (Centros de Apoyo al Profesorado)?
    9. Si el alumnado hubiera disminuido, entendería que los interinos sobrasen pero creo que no es el caso. Y discrepo: lo peor de todo este asunto no son los interinos (la mayor parte de ellos muy bien formados y que podrán buscarse la vida en otras cosas) sino la devaluación del servicio que prestamos. Ha tenido usted, por otra parte, muy mala suerte con “bastantes” interinos que ha conocido. La mayor parte de los que yo he visto trabajar lo han hecho con enorme competencia e implicación y tienen prácticamente todos ellos notas muy altas en las oposiciones (de otra forma, no habrían trabajado).
    10. Apelo de nuevo a su rigurosidad para que me busque fuentes fiables de los datos que aporta. Luego ya comentamos. En todo caso, estaría bien tener datos de Madrid, que es la región que nos ocupa (y preocupa).

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  24. 11. Quizá todos esos problemas que usted apunta se resuelvan prescindiendo de profesores y comprando pizarras digitales, que es una de las partidas presupuestarias que se ha mantenido en la Comunidad de Madrid. Ah, no, que eso es un gadget y tampoco le gusta. ¡Qué lío! Quedo a la espera de sus aportaciones para resolver el problema.
    12. Le remito al punto 4.
    13. Estoy de acuerdo con usted en este punto. Pero, desde mi punto de vista, estas medidas van contra quienes preparamos nuestras clases a conciencia, contra aquellos que seleccionamos de manera esmerada los materiales que presentamos a nuestros alumnos, que buscamos la manera óptima de explotarlos, que corregimos decenas y decenas de ejercicios escritos de nuestros alumnos todas las semanas… Al que llega a clase y dice: “Página 36”, le va a dar igual tener 100 o 125 alumnos, dar cuatro clases o cinco y tener dos o tres niveles.
    14. Este punto me sirve muy bien para ilustrarle lo que le decía en el punto 1 sobre la huelga. Para reivindicar el nivel C se han hecho todas esas “otras acciones” de las que usted habla y, sin embargo, estamos igual. Y ya han pasado años, eh.
    15. A nivel personal suyo no voy a comentar nada. A nivel personal mío, ya he explicado lo que ocurre en el punto 13.
    16. Le contesto a las preguntas:
    a. Efectivamente, el dinero se queda en las arcas públicas.
    b. Absolutamente a todos los liberados sindicales se les hace el descuento. No podría ser de otra forma.
    c. La experiencia dice que sí. Es la manera de dejar patente el descontento.
    d. Para mí es una obligación moral.
    17. Sí, somos privilegiados: tenemos el mejor trabajo del mundo, a pesar de que algunos trabajemos muchas más horas de esas 25 que dice trabajar usted. ¿Y dice que no acude a la huelga por “un dilema que afecta a su ética profesional”? ¡Lo que hay que leer!
    18. Es una pena que algunos como usted se estén perdiendo lo que está pasando porque está siendo memorable.

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  25. (1) Perdón, se me pasaba que el papel ya se lo había apropiado usted.
    (2) Más bien me parece que necesitar tan pocas es señal de (a) vaguería para el trabajo que a uno le pagan o (b) no ser consciente de que el propio trabajo es mejorable. No sé cuál es peor (comparativo de “malo”).
    (3) No hace falta que le llamen demagógico, queda patente en sus intervenciones. Lo peor no es que sea demagógico, es que parece ser que lo que usted le mueve es el odio a determinadas personas.
    (4) Por supuesto que me he metido en el tema de la calidad. Me temo que me ha leído apresuradamente. Más bien, lo que dudo es de que usted en sus 25 horas confesadas (¡y luego criticamos a los liberados!) ofrezca la misma calidad que si dedicara el tiempo que le pagan. Puede que el liberado nos robe a todos (no lo afirmo, pero usted establece este supuesto), pero quien trabaja 25 por 37,5 horas pagadas no le va a la zaga. Intenta aplicar las 12,5 y media que roba de su sueldo para mejorar sus clases. Insisto, todo es mejorable, es cuestión de recursos. A todos nos han quitado dos horas de dedicación a la calidad, a usted le siguen sobrando 10 y media. ¡Ánimo, dé un empujoncito, que le va a parar al bolsillo del dinero de todos!
    (5) – No siga haciendo demagogia. ¿En qué aspecto quiere usted parecerse a Alemania? Empiece por dar detalles y sabremos a qué querernos parecernos; quizá prefiera parecerse a Alemania porque se ha enterado de que allí un profesor, tras diez años de servicio viene a ganar 3000 euros netos. Ahí se le despierta seguro el espíritu reivindicativo. Yo, particularmente, prefiero parecerme a Islandia.
    (6) A mi padre le daban con la vara en el colegio y aprendió que los héroes de la patria eran Franco, Santa Teresa y Viriato, en este orden. Y también ha podido vivir muy bien. Siga apuntando al mínimo denominador, veo que es una esencia de su pensamiento.
    (7) Estoy con los teóricos que afirman que no existe el desinterés puro, pues el altruismo es una forma de interés. No obstante, la talla moral de quien tiene como guías de comportamiento el altruismo y la solidaridad, incluso como valores que al ser satisfechos le reconfortan – eso que usted también llama egoísmo – supera a quien hace del egoísmo (sin lugar para el altruismo) su bandera. - Por cierto, no defiendo mi puesto de trabajo: soy funcionario y bastante antiguo, sino el de varios miles que usted afirma que le importan para pasar a despojarles de cualquier tipo de derecho.

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  26. (8) A ver cuándo se entera de que la solidaridad no es una “estética”. Dudo que transmita muy buen un concepto del que parece que sólo se ha quedado en el barniz.
    (9) Las “causas” y el “sacrificio” son las que a usted le permitieron ir a esa escuela no LOGSE y acudir a la sanidad pública, a la que si se siguen aplicando políticas de “mínimo denominador”, como usted defiende, sí que podremos aplicar pronto los adjetivos de “masacre, injusticia y derramamiento de sangre”.
    (10) – Usted tiene tal sopa en la cabeza que es de agradecer que enseñe idiomas, y no filosofía ni ciencias sociales. Que usted me llame neoliberal es el caso de los de “el puchero le dijo a la sartén”.
    (11) También amigo de las paradojas: ¿no es posible que el supuesto profesor sea un troll?
    (12) Por eso, terminada esta aportación, pasaré a huir definitivamente de usted.
    (13) Por eso, meta la cabeza y deje de graznarme.
    (14) Usted lo que tiene es un buen cacao, y en estos casos lo mejor es agarrar la copa y deslizarse al otro extremo de la fiesta, para conocer a gente nueva (vea punto 12). “¡Perdone, ahí he visto a alguien que conozco y le quiero saludar!” (dentro de mi afán de crecimiento perpetuo no entra el de hacer ver la luz a quien lleva gafas de sol en el metro). ¡Usted lo pase bien, y disfrute de esas horas de asueto que le quita a su horario laboral! – Lo que hacía falta es que constara en esta página es que sus reflexiones quedaran contestada, no fuera que algún alma cauta las tomara como realidades.

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  28. LLAMADA DE ATENCIÓN: MENSAJE DEL MODERADOR

    Señores, me parece que la discusión se nos ha ido totalmente de las manos.

    Es además una demostración muy pobre de nuestras habilidades como docentes, si no somos capaces de tratar un tema y hacer avanzar las observaciones y razones de unos y otros, sin caer en la descalificación personal y enzarzarnos precisamente los unos con los otros.

    El enfoque debe ser, necesariamente, menos recriminatorio y más inclusivo y participativo. ¡A veces es bueno ponerse en el lugar de otros aunque sea como esfuerzo dialéctico! Creo que la entrada inicial da la oportunidad de contestar y rebatir ideas que mucha gente tiene fuera de la profesión, y que muchas se han contrastado, para dejar al final el sabor amargo de anteponer descalificaciones y sentimientos (no siempre los más nobles) a razones.


    @Nando, aprecio mucho tus argumentos. De hecho, comparto la vasta mayoría con matices. Pero las impliaciones personales, los juicios de intenciones, el cuestionamiento de los valores sociales y humanos, y de la honestidad del pensamiento del otro, junto con demasiados excesos verbales que no voy a citar, están todos fuera de lugar. Enuncia tu análisis en términos adecuados y respetuosos, si esa es tu intención, y no tendrás que pedir disculpas. En cualquier caso, se agradecería un reconocimiento del exceso verbal y una disculpa explícita.

    @Luis, no desciendas hacia ese nivel. Reclama unas formas correctas, y si no se producen, manifiéstalo y no entres al trapo. Realmente no importan Luis o Nando ni sus circunstancias. De verdad que esta personalización no aporta nada a nadie, ni al debate.

    @Ikx, tu primera frase es inadmisible. Te recuerdo que el diccionario cataloga ese uso de la palabra como despectivo. Otras de tus expresiones no están muy lejanas. No sirve no comentar nada "a nivel personal", si lo hacen tus palabras. Todos merecemos algo mejor que un insulto. Insisto en que aprecio las observaciones de tu texto, pero si no lo retiras tendré que retirarlo yo. En cualquier caso, se agradecería un reconocimiento del exceso verbal y una disculpa explícita.


    Intentemos demostrar un poquito de adecuación sociolingüística. Esto no es una reunión exaltada, es un debate que quiere ser sensato. Por favor, no os dejéis llevar por la irritación, que no lleba a ninguna parte. Discutid y enriqueceros, para reafirmaros o para cuestionaros.


    @Bego y @Profesor indignado, gracias por la aportación.

    @Marianito. Sin comentarios.

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  29. 1ª parte:
    soy docente en la EOI también y este intercambio al que me había suscrito porque me parecía interesante ver las distintas posturas, se ha ido efectivamente de tono y dejé de leer el blog.
    Se agradece la intervención del moderador.
    Solo decir que estoy de acuerdo con muchas cosas de las que dicen Nando e Ikx y con muy pocas de las que afirma Luis (aunque entiendo sus inquietudes). Bourdieu (como otros pensadores estructuralistas)nos hacen reflexionar sobre la organización estructurada de la sociedad, de lo que se produce dentro de ellas incluyendo la cultura(con varios enfoques), de cómo se mantienen ciertas ideologías y la clases mismas,con más o menos grados de conciencia de parte del "sujeto" (u "objeto")humano. Pero para mí tienen todos un defecto: el determinismo.
    No voy a entrar en un debate sociológico o filosófico aquí, pero me parece que el no hacer nada porque total..no podemos hacer otra cosa siendo objetos y sujetos de estas "estructuras" (incluso, si tenemos algo más de conciencia,dudando de si no estaremos haciendo el juego de los que tienen el poder) se reduce al final a la aceptación del statu quo. Entonces no nos quejemos, esa es la conclusión, ¿no?
    Arreglar el mundo, porque el problema no es solo la educación y nuestro particular "predicament" en este momento, todos los sabemos, es una tarea imposible si siempre se justifican nuestras acciones o no acciones apuntando precisamente a eso...a que el sistema está ya tan establecido y ciertas personas tienen tanto poder que todo lo que hagamos no va a servir.
    Volviendo a nuestra situación actual,yo misma me planteé si hacer huelga, pensando en que si no eramos todos unánimes y no le dábamos un buen golpe a la administración, nuestra huelga sería encima contraproducente, perdiendo dinero de nuestro sueldo, dinero que encima revierte a las arcas de siempre y se invierte no sabemos dónde, seguramente las concertadas etc y no dónde nos gustaría se invirtiera)y afectando a los alumnos.
    (continua)

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  30. 2ªparte

    Sí,cruzó mi mente incluso que los que nos creemos que estamos oponiéndonos al sistema somos "contemplados" por el él, y por ende, parte de ello (si nuestro objetivo no es cambiar la sociedad, sino simplemente hacer un cambio de "plantilla" y nuestro objetivo es solo conservar lo poco que tenemos, aún esperando medrar en este sistema capitalista). Solo una verdadera subversión cambiaría las cosas (a través de revueltas y luchas es como se ha evolucionado y ganado derechos a lo largo de la historia ) y eso no creo ocurra tan fácilmente en un mundo donde estamos controlados y complacientes gracias a la tónica del "palo y la zanahoria".
    Pero al final me despertó la indignación por ese castigo que parecen imponernos en los media, porque ridiculizaban nuestra libertad de expresión y protesta, se despertó mi espíritu de lucha, la voluntad de "dar mal" como sea, para que quede patente que no estamos contentos con este gobierno, que sí nos importa nuestro trabajo y nuestros alumnos.
    He hecho huelga (las que he podido permitirme), he ido a manifestaciones, seguiré dedicando horas y horas a parte de las 20 lectivas(no sólo 5, lo siento Luis, hablo de correcciones, preparaciones, navegaciones en internet buscando artículos, imágenes, videos, podcasts interesantes,poner referencias en el blog para los alumnos, hablo de preparar bien mis clases y a mejorarlas, porque como apunta el compañero más arriba, tenemos que tener espíritu de superación y creo que tenemos que transmitírselo a los alumnos. Y seguiré haciéndolo y haciendo huelga si hace falta, porque creo que la enseñanza de idiomas a adultos (y no solo de idiomas) no es un lujo, sino una conquista.Llamadme utópica, porque junto al derecho a la educación obligatoria, pienso en el derecho de una persona/ciudadano adulto a realizarse y formarse en lo que quiera, (no solo a matarse de trabajo por sobrevivir y mantener a las clases altas)sin tener que pagar a centros privados (ni hablo de la utilidad de los certificados en cuanto a créditos, puntos etc.)
    He decidido actuar teniendo en mente "the big picture"...lo que se está haciendo con los servicios sociales (educación, sanidad..), viendo hacia dónde va la política de este gobierno (y me da igual el partido que sea).
    Ya sé que es muy fácil caer en el corporativismo, muy duro dejar atrás los logros conseguidos en años para los trabajadores de la enseñanza, pero creo que la mayoría no somos solidarios por esa estética bourdeuiana arriba mencionada.
    Creo que reaccionamos porque estamos viendo cómo la gente de a pie pierde el acceso a recursos que tienen que ser universales.
    Siento si este comentario no ha sido claro, tengo mucho en la cabez y es difícil expresarlo todo en tan poco tiempo y espacio (no tengo tiempo para esto, tengo que preparar el curso, discutir con mis compañeros, manifestarme, etc. etc.)así que esta será seguramente mi única intervención.
    Me alegro de todos modos que se discutan estas cosas y nos hayamos despertado..
    un saludo,
    M.S.

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  31. Mr. Moisés, borre mi texto si considera que debe hacerlo. Yo no voy a retirar lo de esquirol, salvo que se me proporcione otra palabra de la lengua española para definir al trabajador que no se adhiere a una huelga. ¿No se trataba de un artículo para defender esa postura?

    ¿Por qué puede el autor del artículo ser despectivo con colectivos como los sindicatos o “bastantes interinos” o con el propio Nando y, sin embargo, los demás tenemos que retirar lo que decimos, cuando, además, lo que decimos se basa en lo que leemos? Yo no considero que haya añadido ningún insulto a lo que él ya ha dicho sobre sí mismo. Rebatir, es posible que con rotundidad, las opiniones de otros y criticar posturas que rozan la ilegalidad, como no cumplir el horario de trabajo, no es insultar. ¿Podría señalarme esos insultos de los que habla?

    Conclusión: ni considero que me haya excedido ni me disculpo. Si retira mi texto, dudaré muy mucho de que en este blog exista libertad de expresión o de que esta no esté supeditada a la defensa de sus colaboradores.

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  32. Ikx, tu y yo somos huelguistas e incluso, pro huelguistas. Luis no es huelguista, y puede que sea incluso antihuelguista. Así de sencillo.

    Manejas sobradamente la lengua como para poder usar estas palabras, o expresiones equivalentes, que no son ofensivas para ninguna de las dos posturas. Se trata de defender cualquier postura, siempre desde el respeto, y, en la medida de lo posible, hacia el entendimiento.

    Estoy contigo en que hay otras expresiones desafortunadas a lo largo del hilo, y personalmente lamento no haberlo moderado antes. Desde luego, tampoco las voy a ir señalando aquí ahora.

    Hay también diferencias. Una ocurre cuando se personaliza: no es equivalente hablar de un colectivo o grupo que particulizar a uno de ese grupo. Otra difencia se da cuando el término se usa con rotundidad y sólo puede entenderse en una acepción despectiva.


    De verdad, de nuevo no es éste el debate. ¿Realmente cuesta tanto un gesto de moderación? ¿No podemos todos ofrecer razones y dejar a cada cual los juicios personales?

    No pretendo retirar tu texto; no más allá de esa expresión, para la que te ofrezco las alternativas que pedías. Antes al contrario, este es un blog abierto y si quieres contribuir como autor de tus propias entradas, eres bienvenido. Sólo dame una dirección para enviar la invitación. Eso sí, lanzando la crítica a las ideas desde el respeto a las personas.

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  33. Gracias Mónica, creo que tu comentario ayuda bastante a entender los posibles marcos mentales con que cada cual se enfrenta a esta situación, que es desagradable y agotadora.

    Si te animas a elaborar algo más desarrollado en esta u otras líneas, y quieres "eco", dímelo y con gusto te invito como autora.

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  34. Mr Moises, por mucho que me gustaría no tengo tiempo para publicar en este blog.
    Tengo sin embargo un pdf que me envió una compañera que igual se podría publicar en este espacio. Palabras escritas por un alumno, que resumen mi punto de vista y el de muchos que somos pro-huelga y pro-acción. No sé si a lo mejor puedes capturar la imagen y publicarlo tal y como aparece en formato de artículo. Si te interesa, dime cómo te lo envío..
    un saludo
    Monica

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  35. Hola Mónica, gracias, y ¡qué lástima! No descartes lo de contribuir a largo plazo, si algún día te apetece y puedes.

    El pdf es mejor que me lo mandes a jlmoises.skyline@gmail.com y yo me encargo de ponerlo.

    Saludos,

    NOTA: esto te lo intenté mandar hace días, pero esta visto que algo hice mal. ¡Perdona el retraso!

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  36. A pesar de no estar de acuerdo con muchas de las cosas que dice el autor del artículo, es encomiable por parte de los administradores de este blog que publiquen la opinión de voces discordantes y me parece muy pobre que los que no estén de acuerdo recurran a la descalificación en lugar de dar sus razones en contra. Esto sí es un blog democrático.

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  37. Monica,

    Pongo el link aquí al pequeño artículo que mencionabas en fechas pasadas, que ya estaba por la red.

    http://www.escolar.net/MT/archives/2011/10/siete-motivos-para-el-15-o.html

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  38. REFLEXIONES SOBRE LAS REFLEXIONES DE LAS REFLEXIONES

    Debido a las reacciones que se han producido, varias sensatas, algunas airadas y aun otras producto de una deficiente lectura, tras estas modestas reflexiones que escribí hace casi tres meses con motivo de la huelga en el sector de la educación pública en la Comunidad de Madrid, este profesor se siente obligado a hacer unas aclaraciones:

    1-Como ya apunté en el citado artículo, mi intención no era molestar ni irritar, menos aún a personas que conozco. Sí admito que busqué, por así decirse, cierta provocación intelectual. Pero como simple estrategia discursiva, no para (como se dice vulgarmente) tocarle a nadie las narices. Estoy seguro de que en algunos aspectos exageré o incluso patiné: mis disculpas. Mi propósito era fomentar el debate sobre la educación, la calidad y la enseñanza de idiomas.

    2-Para los que no me leyeron bien, les recomiendo discretamente que vuelvan al inicio de aquellas reflexiones. Digo con claridad que estoy en contra de las instrucciones de julio de 2011. Señalo que recortes de ese tipo se deberían haber dialogado o negociado. Apunto también que el descenso de inversión pública en educación no parece la mejor señal de humo en una época como la nuestra. Lo que no dije es que tuviera la obligación de comulgar con todo aquello que se oye o adivina bajo los eslóganes. Y quizás ahí me equivoqué,
    inocente que es uno.

    3-Mis reflexiones eran consideraciones personales, aunque estaban razonadas (bien o mal). Reitero que el fin era fomentar el debate respetuoso y sin descalificaciones. Hay personas que se tomaron el texto como un ataque y no fueron más allá, una pena. El hecho de que a mí, que no soy nadie, no me entusiasmen las huelgas, o que no tenga (con excepciones) excesiva simpatía por el papel de los sindicatos españoles, son asuntos de nula enjundia que, quizá, no debería haber escrito. De acuerdo. El eco de lo que se publica en Internet es imprevisible.

    4-Sí busqué en el artículo, claro está, el claroscuro, el jugueteo, las grietas, escarbando un poco en algunos argumentos habituales. Pero cuando se enarbola una causa y parte de un colectivo se coloca detrás de una implacable pancarta, las sutilezas, los cuestionamientos o las (para mí, sanas) matizaciones suelen quedarse, tristemente (y acaso lógicamente), en un segundo término. Se supone que hemos de formar un bloque granítico, sin fisuras, todos a una. No suelo compartir esa manera de pensar ni de actuar; es la vieja dialéctica belicista del Conmigo o Contra Mí. Ahora sé que no elegí el mejor momento para publicar el artículo. Ahora me resulta evidente que, con el fin de reflexionar sobre estos temas educativos “más allá” de las famosas instrucciones, no elegí el día más indicado. Mis disculpas y mis saludos cordiales.
    Luis

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  39. No tengo claro si hay que hacer huelga o no, ni pretendo que nadie me convenza de una u otra postura, puesto que en los dos bandos hay suficientes buenas razones. Mi respeto tanto a los que se suman a ella como a los que no. Lo que no puedo entender es por qué muchos de los que han decidido apoyarla, hacerla, seguirla, etc., se sienten en la seguridad de la razón y en la obligación de no respetar al que decide lo contrario.
    Ciudadana, profesora (en paro) y alumna.

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  40. El nivel de debate de algunos (aun con un año para meditar desde la primera publicación), me ha traído a la mente esta anécdota de George Bernard Shaw:
    Cuentan que recibió un anónimo con una sola palabra escrita: IMBÉCIL. Y él, sin despeinarse, comentó a las personas que le acompañaban: "He recibido muchas cartas sin firma, pero esta es la primera vez que recibo una firma sin carta..."

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